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miércoles, 18 de diciembre de 2013

Propósitos de año nuevo.

Éstos son mis propósitos de año nuevo.
Poco o nada tienen que ver con lo típico de dejar de fumar, apuntarse al gimnasio y blabla..
Puede que no sean los mejores del mundo, pero son los míos.

-No preocuparme de quien no se preocupe por mi
-No malgastar mi tiempo en quien no lo aprecia.
-Hacer oidos sordos a según que cosas.



-Pensar más antes de actuar.
-Pensar menos una vez actuado.
-Ser más cerebral.
-Ser menos visceral.
-Hacer más caso a mis voces interiores cuando me dicen "Nononono".
-Tratar de mantener alejados de mi a todos los tóxicos posibles.



-Respirar hondo antes de hacer nada.
-Convertirme en un ser de teflón.
-Reforzar mi escudo con una capa doble de sarcasmo y cinismo.
-Seguir diciendo siempre lo que pienso, aún a riesgo de que me tachen de lo que sea.
-Tratar de no perder mi sonrisa, aunque todo venga mal dado.
-Encontrar la sonrisa perdida en el lugar menos insospechado.
-Vivir mi vida como siempre, a mi manera, tratando de no hacer daño a nadie.
-No bailar el agua por el mero hecho de querer agradar a todos.
-Cuidar un poco mi salud mental, alejando de mi cualquier tipo de obsesión.
-Evitar mirarme tanto el ombligo y mirar más el de los demás.
-Evitar vivir pensando que "Cómo habría sido esto si..."
-Dejar de pensar que "Tó er mundo e'güeno".
-Dejar el dependentismo guardado en el fondo del armario.
-Volverme un poco más de piedra, pero sin perder mi alma.







-Dormir bien por las noches, estando en paz conmigo misma.
-No arrepentirme tanto de todo.
-Sacar más las uñas a pasear.



-Dejar las dobleces solo para las hojas y los bajos de los pantalones.
-Escapar de los fuegos cruzados.
-Dejar de ser un juguete en manos de niños caprichosos y antojadizos.
-Mandar un poquito más a la mierda sin titubear.




-Creerme de una vez que soy fuerte y que los tengo bien puestos.
-Olvidarte cada día un poquito más, hasta que pases a ser un recuerdo del pasado.
-Centrarme.
-Ser más zorra y menos gatita.
-Recuperar la dignidad perdida o, al menos, no malgastarla por malgastar.
-Pero sobretodo, seguir siendo yo misma, por mucho que no me guste a veces ser así.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Escribía por...

Escribía por escribir.
Escribía para espantar sus miedos, para acallar a sus fantasmas.
Escribía por no gritar.
Escribía porque así no se sentía tan perdida entre tanta soledad.
Escribía buscando escapar a un mundo mejor, un mundo no tan blanco y negro.Un mundo en tecnicolor.
Escribía porque las noches eran largas y los días eran eternos.
Escribía para olvidar.
Escribía para no perder la humanidad que en ella quedaba.
Escribía por tener algo que recordar.
Escribía porque tenía todo el tiempo del mundo en sus manos y no lo quería malgastar.
Escribía por dejar su mente vacia de todo odio y de todo mal.
Escribía porque su voz se sentía tan lejana que la daba por perdida ya.
Escribía por llenar ese vacio tan inmenso que sentía en su vida.
Escribía por protestar.
Escribía porque tenía sus ojos secos de tanta lágrima derramada sin sentido.
Escribía porque sus dedos se dejaban llevar por el teclado ya casi desgastado.
Escribía porque a la luna no podía maullar.
Escribía porque buscaba el sentido de la vida.
Escribía por vomitar esos sentimientos que la oprimian el pecho y casi no la dejaban respirar.
Escribía porque creía que así jamás caería en el olvido.
Escribía porque quería sentirse arropada por anonímos que, solo tal vez, la leerían.
Escribía porque deseaba sentirse comprendida y no rechazada por no ser perfecta.
Escribía mientras veia la vida pasar, sentada delante de un viejo ordenador, dejando el tiempo pasar.
Escribía por sanar sus heridas. Por ocultar sus cicatrices.
Escribía porque quería ser alguien para alguien y no nadie para nadie.
Escribía porque cerraba los ojos y cientos de pensamientos se agolpaban y luchaban por salir de su cabeza.
....
Escribía por olvidarle.
Escribía por recordarle.
Escribía por odiarle.
Escribía por quererle. Por desearle.
Escribía por tratar de entenderle, por tratar de consolarle.
Escribía por alejarse de él.
Escribía por acercarse.
....
En tres palabras; escribía por escribir.




miércoles, 21 de agosto de 2013

Una semana cualquiera en un trabajo cualquiera.

Ya hace demasiado que no posteo nada, pero es que la inspiración me ha abandonado, lo mismito
que el desodorante que abandona a algunos desde primera hora de la mañana.
Y como ando falta de ella os voy a hablar de mi "maravilloso" trabajo.
Desde hace casi 4 meses trabajo como reponedora.
Qué interesante, eh?
Fascinante me atrevería a decir.
Os pensaréis que soy la típica que llega a primera hora al super de turno, coloca
lo que tenga que colocar y se pira.
Sin más.
Que es un trabajo para que el que no hace falta ser un ingeniero ni tener un máster
del universo ni nada similar, verdad?
Un trabajo que hasta el más tonto del pueblo puede hacer.
Pues va a ser que no.
No soy la típica reponedora. Para nada!
Mi semana empieza en lunes y acaba en sábado, como el de una gran parte de los mortales.
Hasta ahí nada del otro jueves.
Me levanto todos los días a la misma hora; a las 5; 30 de la mañana, me ducho,
desayuno, me visto y me doy un bonito paseo de unos 40 minutos hasta mi currele.
Empiezo a las 7:00 a recorrerme todo el super repasando lo que hace falta.
Saco del almacén todo el género que tengo allí y lo voy colocando, pero no
sin antes mirar y quitar lo que esté caducado para evitar problemas.
Ah! Y sin olvidar pasar el polvo a las baldas que una será pobre pero mú limpia!
Tan solo eso me lleva algo más de una hora.
A las 8:00 sí o sí, salgo al muelle de carga a recibir el pedido con confetis y
hasta con la banda de música.
Me aseguro que me han enviado todo lo que previamente he pedido al call center el viernes.
Sí, me encargo yo misma de pedir un poco a ojo lo que puedo necesitar para tener todo
rellenadico y que la empresa mother no multe a la mía.
Yo soy como Juan Palomo; yo me lo guiso, yo me lo como.
Después de estar casi media hora esperando a que el amo y señor del almacén me deje entrar
con el pedido y a que los repartidores de otras empresas pasen antes
que yo, comienza la carrera del día.
Tengo escasa hora y media para rellenar todo lo que me falte y para repasar lo que tengo
que pedir al día siguiente. 

Salgo con semejante sudada que riéte tú de una sesión de spinning o de pasar un par de horas
en una sauna follando sin parar.
El martes más de lo mismo, pero sin carrerón, ya que no hay pedido.
Tan solo debo de asegurarme de que no me voy a pasar ni a quedar corta en el pedido.
Sobre las 11:00 o las 13:30 me llama la amable operadora del call center (LA ÚNICA PERSONA QUE ME LLAMA POR MI NOMBRE) y esté dónde esté
y esté haciendo lo que esté que haciendo, tengo que atender el teléfono sí o sí para
evitar que multen a mi empresa.
Sí. Según una de mis tropecientas supervisoras, la empresa mother les multa desde por
haberme dejado un paquete caducado hasta por si me tiro un pedo.
El miércoles es igualico que el lunes, con la variante de que cada dos semanas tengo que
hacer unos montajes estupendos de unos expositores tamaño familiar que casi se pueden
ver desde la estación espacial internacional.
Y ese día ni Bolt sería capaz de salir a la hora.
Y mientras que a los demás reponedores les echan una mano, a mi me la echan pero al cuello.
Yo no tengo ayuda para nada.
Debe de ser o que soy la más mejor del mundo mundial y me sobrevaloran o que soy una leprosa.
Una de esas dos opciones debe de ser.
El jueves es igualico que el martes. calcadico, calcadito.
El viernes es idéntico al lunes y el sábado es como de transición.
Es el día más light de toda la semana.
Antes tenía una jornada de 20 hora semanales y andaba justa.
Ahora con el recorte de jornada ando peor que las putas en cuaresma, pero hey!
AGRADECIDA ME HAYO POR TENER TRABAJO AUNQUE TENGA UN SUELDO NETO DE 327 €.
Y eso es lo que me tiene tan entretenida todos los días desde finales de mayo.
No es la panacea y no voy a salir de pobre, pero menos da una piedra.
Me siento como el último mico o la última mierda ya que nadie me llama por mi nombre, pero
hey! es lo que hay.
Me miran como por encima del hombro, me ignoran la mayor parte del tiempo, pero a mi, plín.
Yo al trabajo no voy a hacer amigos.
Voy a trabajar y ya.
Sin más.
Es una mierda? Sí.
Estoy contenta? No.
Desearía otro trabajo más digno? Sí.
Pero mientras aparece o mientras me dejen, así seguiré por los siglos de los siglos. AMÉN.



viernes, 28 de junio de 2013

Día de sonrisas y lágrimas.

Por dónde empezar?
Ay! Menudo día el de ayer!
Tanto para bien como para mal, pero sea como sea, me será imposible de olvidar.
Como muchos (o todos) sabíais, me iba a Madriz a ver al incombustible bombón rubio de ojos azules de inmensa sonrisa, capaz de derretir los polos con ella (y de hacer que millones de bragas se mojen también)
Sí. Estoy hablando del bombón de New Jersey. Del grandísimo John Francis Bongiovi Jr.
Estaba atacada, más nerviosa que Mac Giver en una ferretería.
Era la segunda vez en mi vida que iba a ver a tan mítica banda, con la diferencia que iba sola.
Yo es que estoy muy mal de lo mío y soy muy (valiente?)
Anyway, me pegué el madrugón padre para dejar hecho todo lo que tenía que hacer antes de irme a la capital del reino.
Y a las 10 de la mañana estaba en el bus con la sonrisa puesta de oreja a oreja pensando en lo
genialmente genial que lo iba a pasar.
-Quiero hacer un pequeño inciso, ya que hasta el último momento, en mi cabeza tenía una lucecita
de alarma encendida. Tenía miedo de quedarme en tierra, ya que el horario de los metros por la noche no es que tenga la frecuencia que yo deseaba, y me estaba volviendo loca tratando de dar con algún alma caritativa que me hiciese de taxi al acabar el concierto. Había conseguido uno, pero me dejó colgada en el último momento y cuando todo parecía perdido, aparecío un angel llamado María que se ofrecío a serlo.
Retomando la historia, llegué a Madriz sobre las 15 horas.
Sabía como se llegaba al Calderón gracias a varios guías tuiteros y amigos bonjoveros que me dieron unas muy buenas indicaciones.
Como en el bus había coincidido con gente de Castro, se me acoplaron y comencé el camino con ellos.
Una gente maja. Sí.
Cuando llegamos sobre las 16:15 a Pirámides casi morimos de la impresión.
Me entró un escalofrío que no tenía claro a santo de qué era: si era por el calor, por los nervios o
era mi sexto sentido avisando de que algo iba a ir mal.
Opté por pensar "Es por el calor" y no le dí más vueltas.
A medida que nos acercábamos, se podía sentir más calor que en el mismísimo infierno.
Una marea humana de hermanos bonjoveros había innundado los alrededores del estadio.
En los bares sonaban temas de la banda a todo trapo. Había un muy buen ambiente.
Los castreños se fueron para su lado y yo me fuí para el mío al tener entradas distintas.
Me puse en la cola, detrás de unos murcianicos muy salaos y se me pegó una gallega qué... (menuda bicha!)
Había medio quedado con gente de Facebook de la página de Bonjoveros Españoles y através del
grupo wachaperil que tenían montado, los iba tratando de localizar.
Yo pensaba que estaban todos delante mía, pero no.
Había unos cuantos detrás y con el arte que me caracteriza, los coloqué en mi sitio y nadie dijo ni mú.
A las 18:00 pudimos comenzar a entrar los que no éramos del club de fan (esos entran antes y están casi encima del escenario. 



Ventajas de pagar una pequeña fortuna al año, porque como siempre, hay clases y clases).
Cuanto llegó mi turno, me pegué tal carrera que riéte de Ben Johson para pillar un buen sitio en el lado derecho del escenario que es por el que siempre baja Jon a saludar al personal, con la pequeña ilusión de poder tocar su mano.
Y pillé. Vaya si pillé!
Segunda fila. Delante tenía a unas chavalitas numeradas que llevaban haciendo cola desde las 10 y a unas ZORRAS sin número que se habían colado por su santo coño (o eso me dijeron las crías).
Al verme sola, la gallega de la cola y su amiga, la cual llegó a última hora, se me acoplaron.
No me dió muy buena espina, pero bueno...
Yo estaba alucinada con el escenario y solo quería que diesen las 22:00 y la magía se hiciese.
Y así fué.
Se encendieron las luces, una guitarra comenzó a sonar y.... TACHÁN! Se hizo la magía: saltó la banda al escenario con la energía de siempre aunque sin Richie Sambora.
Fué una locura! Todo un delírio de 2 horas y 45 minutos sin parar de saltar, de cantar, de gritar, de llorar...




Pelos como escarpias, emocionada como una niña con zapatos nuevos, con la lagrimilla puesta todo el rato.
Así estuve todo ese tiempo.
Y cuando sonó "Bad Medicine" y Jon empezó a bajar por la pasarela pensé "It's now or never!"
Así que me lancé como una hiena histérica sobre la valla de seguridad y... ME DIÓ LA MANO!!! Y SONRIÓ!!
Defino ese momento como: KJHDFKOEIGJKÑDLGVJKOIGGJOIG Y ALÑKJFLÑEGOIJÑGIJGJOIGJ.
No me lo podría creer! No sabía a quién había sonreido, pero pienso que me sonrió a mi y KALHIFUWIJIOJSAF.
Antes de todo eso, actuaron The Rebels y yo como soy única haciendo "hamijos" me hice "hamija" de las zorras.
Una de ellas no hacía más que pisarme todo el rato.
Yo, educadamente, la decía que me estaba pisando. Y la muy jadeputa me saltó "Es que me molesta tu brazo!"
Me dejó con el culo torcido. Era un poco "-Dónde vas? -Manzanas traigo."
Como era una puta jirafa teñida de pelirrojo, con más pelo que chewbacca y encima cardado, yo no veía ni una mierda.
Así que, educadamente, la dije: Pues a mi me molesta tu cabeza. Ella "muy educada" me dijo: Te jodes!.
Ojiplática me quedé, pero como muda no soy la dije: Tú si que te vas a joder!
Su "amiguita", una morena teñida, mezcla entre el feo de los calatrava y Rossi de Palma, que además parecía un palo de escoba con peluca de los chinos, me dijo, muy fina ella, mirándome de arriba a abajo: Te vas a joder tú, puta vaca amargada y reprimida.
Respiré hondo, me dí la vuelta y la dije: Calla, so payasa! Contigo no va nada!
Entonces las muy comepollas le empezaron a comer la oreja al de seguridad para que me controlase.
Y el pavo como solo veía escotes, no paraba de darlas agua y de reirlas las gracias y los comentarios despectivos que hacían contra mi persona.
Me hice la sueca, me salí a por agua, pensando que la gallega me cuidaría el sitio, pero la muy cerda me lo quitó.
No dije nada esta vez. Me lo guardé.
Pasaba de líos.
Yo estaba a lo mío. A disfrutar y a gozar con Bon Jovi que para eso había ido y no para acabar en la puta calle por culpa de gentuza mal educada y aprovechada.



Y mi momento llegó cuando le pude dar la mano a Jon y ni la gallega y ni las zorras pudieron hacerlo.
Bien por mi! Bien por mi!
Hubo un momento durante el concierto que una chica que estaba detrás mío se empezó a encontrar mal.
Como la ví de esa forma, le pedí agua al segurata baboso.
No me hacía ni puto caso por culpa de las zorras, así que me tuve que poner de mala hostía para que, finalmente, me diese un botellín de agua para la muchacha.
Hice mi buena obra del día, creo.
A las 00:45 la magía se fué y con lágrimitas en los ojos fuí saliendo del recinto en busca de María, el angel que me iba a llevar a coger mi bus de vuelta, el cuál salía a las 02:00.
Pensábamos que íbamos bien de tiempo, pero ay! Craso error, compañeros!
Yo no contaba con que el tráfico al acabar el concierto íba a ser una puta pesadilla.
Y así fué.
Lo que tenía que ser un recorrido de unos 15 minutos se transformó en un recorrido de casi una hora!
Me pasé todo el camino mirando la hora, con el "No llego! No llego!" en la boca cada segundo.
Y así fué.
No llegué. Perdí el bus por dos minutos! Y porque, para rematar, salió un par de minutos antes.
02:00. Sola en Madrid, sin dinero, sin batería, desesperada, llorando como un alma en pena.
No sabía que hacer con mi vida.
Al saber que el bus se había ido, me tiré al suelo, clavando las rodillas en tierra, gritando: NOOOOOOOOOOOOOO!!!


Mi reacción fué un poco como la de Luke cuando se enteró de que Darth Vader era su padre.
Lo digo para que os hagáis una idea mejor.
Qué hago? A dónde voy? A quién llamo? Qué va a ser de mi?
Me sentía perdida y abandonada.
Así que con la poca batería que tenía, entré a Twitter pidiendo ayuda.
Dudaba de que mi grito de socorro fuese escuchado, pero el destino es tan curioso quiso que unos angelitos virtuales acudiesen a mi rescate.
Y no fueron angelitos a los que ya conociese.
Para nada!
Fueron angelitos a los que no conocía de nada y con los que había interactuado poco o nada, me atrevería a decir.
@atroleando me consoló vía telefónica y vía wachaperil, ya que un taxista que me vió tan mal, me dejó estar en su taxi cargando el móvil.
También me dejó entrar en el taxi porque el ganado que hay por Avda. América a esas horas no es que sea lo mejor de cada casa que digamos.
Y @susiga hizo lo que solo haría una persona con un corazón tan grande como el que ella tiene: se vistió, dejó a sus fieras en la cama, pilló unos pavos, cogió el coche y se fué a hacerme compañía hasta que abriese la estación a las 05:30 y a dejarme dinero para poder volver a mi casa.
Como Su no es que controle mucho el moverse por Madrid, el taxista salao le hizo de GPS humano y por teléfono la fué guiando hasta donde yo estaba.
Fué verla y romper a llorar una vez más.
No me podía creer que una desconocida había hecho eso por mi!
Ella fué a darle las gracias al taxista mientras yo recuperaba un poco el aliento sentada en el coche.
Y cuando vino nos tiramos un par de horas hablando de todo y conocíendonos un poco más.
Más gente como ella debería de haber en el mundo. Mucha más! Y mejor nos irían las cosas.
Y más gente como @atroleando también!
Y como un puñadico más que se preocupó por mi durante toda la noche.
Jamás olvidaré la noche de ayer, tanto para bien como para mal.
Y pase lo que pase en Twitter, me quedo con que estoy rodeada de gente que no me merezco.




miércoles, 23 de enero de 2013

Un mes en el paro.

Hace casi un mes ya que volví a la dura vida del parado.
Eso de levantarse cada mañana y patear calles y calles y llamar una y otra vez
a puertas que no se abren es de lo más cansado.
Es muy duro. Mucho.
El no saber cómo llegarás a principios de mes es de lo más agobiante y desesperante.
Buscas y buscas pero es más complicado que encontrar una aguja en un pajar.
Con la cantidad de CVs que tengo repartidos pueden empapelar medio Bizkaia o más.
Sin ayuda, se hace pesado y se convierte en mi propia "Misión imposible"
Y tanto en Infojobs como en Lanbide o en cualquiera de las webs de búsqueda de empleo parece que siempre están las mismas ofertas y siempre estamos los mismos inscritos en ellas.
Y siempre me descartan.
Creo que me descartan incluso antes de inscribirme.
Y el teléfono no suena.
Compruebo que tengo linea y la tengo. Pero no suena.

... extraño a esas personas con las que pasaba una gran parte del día. Mucho.
No les puedo llamar amigos, pero aún así, les extraño.
A Pi y sus bailes, a Mo y su flequillo, a Id y sus canciones,

a Ne y su hiperactividad, a Ai y su futuro bicho bola, a Iz y su cara de sueño,
a In y su obsesión por ser mamá (espero que lo sea en breve), a Ma2 y su orden, a Go y sus coñas, a Ma y su pasotismo, a In2 y sus reivindaciones, a Am y su forma de doblar trapitos, a Lu y su carita de seta, a Ol y su taxi, a Pe y sus vaciladas, a Ag y sus pitis a escondidas...
A esas desconocidas con las que pasaba ratos y ratos en los descansos, a las antonias de la sección de al lado...
Echo de menos vestirme de azul pitufo, los dolores de pieces y el frío del patio.
Es lo que tiene el trabajo, que se pasan tantas horas con otros humanos que los acabas extrañando.
Sabía que era eventual y que tendría que volver a buscarme la vida de nuevo, pero...

Hace un año, aunque fuesen cutres curros de un día, algo encontraba.
A fecha de hoy, ni eso.
Trato de ponerme mi mejor cara todos los días, pero no me encaja.
Y lloro. Lloro hasta que mis ojos se quedan secos.
Lloro de rabia, de dolor, de impotencia...
Alguien me dijo que tratase de ser feliz, que pensase que hay gente que lo pasa
peor que yo, pero eso no es consuelo.
Me siento peor si pienso en los más desfavorecidos porque no puedo hacer nada por ellos.
Si no puedo hacer nada por mi, qué puedo hacer por los demás?