Una de las espinitas que tenía, musicalmente hablando, era ver a Scorpions
y el jueves me la pude sacar con creces.
Cuándo me enteré que actuaban en Bilbao me falto tiempo para hacerme
con las entradas.
Pletórica estaba yo con ellas!
A medida que se íba acercando el día yo me íba poniendo un pelín más nervi,
no tanto como con Bon Jovi, pero atacadita al fin y al cabo.
Y con tan mala folla estaba yo atacándome de lo mío, que sufrí un pequeño/tonto
accidente unos días antes, el cuál me hizo replantearme el ir o el no ir.
Menos mal que fuí!
Casi 7 horas antes del momentazo, ahí estaba yo, haciendo cola como una campeona.
Quería estar lo más cerquita posible del escenario y vaya si lo estuve!
Y bien, eh?
El tiempo pasó volado ya que hice amistad con una gallega mazo de maja,
gatera y a tope de powah.
A nuestro alegre dúo se unió otra parejita mazo de monosa y entre comentarios
locos, risas y tal Pascual, se hizo la hora S.
La hora del ROCK&ROLL!
A las 19 empezamos a entrar en tropel, corriendo como caballitos desbocados
y... ZAS! Hostión marca Bilbao contra el suelo de Miribilla.
Me dolía hasta el alma, pero no íba a permitir que ese "pequeño golpecito"
me arruinase el concierto.
Los chicos de la DYA y los chicos de la empresa que se estaba encargada
de controlar el tema enseguida me atendieron.
Me sacaron una silla y entre jijijaja y algún que otro
"ME CAGO EN DIOS, ESO ESCUECE!" me casqué 20 minutos en el córner VIP.
Me empecé a sentir más mejor a medida que íba viendo cómo me estaba
quedando sin sitio en la valla, así que pata a rastras, allá que me fuí.
Debo añadir que cada vez que me veía alguno de los chicos organizadores
me decían "Si te duele o te molesta, avisa, vale?"
MI DIES PARA HELPANDHAND Y LA DYA!
Alrededor de las 20:15 se hizo la luz y salieron los teloneros a escena: Sabaton.
Nunca les había escuchado hasta unos días antes del concierto.
Me tragé unos pocos vídeos de ellos en Yutuf y no me hacían tilín,
pero a fecha de hoy y después de haberles visto en directo,
me considero una fan cuasi de póster.
Qué pelassos! Qué fuerza en el escenario! Qué guitarras! Qué batería! Qué todo!
Qué enrollado Joakim, el líder de la banda, dándole sus gafas de sol
a un crío que estaba en primera fila!
Joakim con su outfit parecía sacado de un video juego de guerra,
rollo Metal Gear o algo así.
Espectacular, oyes!
Hasta Joakim chapurreó en euskera y castellano!
Aunque yo particularmente me quedé prendada del pelasso de
Thobbe Englund, uno de los guitarras.
MENAMORAU! BIBA SUECIA!
Sus letras son rollo bélico y su outfit militar molán mil.
Os diría los temas que tocaron si mi inglés de Cuenca y mi
oído de señora mayor hubiera podido
entenderlos. A parte, tengo el sueco oxidado.
Así que si queréis saber quienes son y cómo suenan, tirad de santo oráculo.
Una de las cosas que tengo claras es que si vuelven a Bilbao, les iré a ver.
Palabrita de girlscout!
MIS DIES PARA SABATON!
Vamos a lo que vamos, que se me va la pinza.
Sobre las 21:30 calló el telón y... TACHÁN!
SCORPIONS EN ACCIÓN!
Qué arranque de show!
Unieron "Going Out With A Bang" y "Make It Real" así como para empezar.
De fondo, en las enormes pantallas, una ikurriña tamaño Bilbao.
Brutal!
Klaus lo daba todo correteando cuán alegre gacela por todo el escenario,
interactuando con toda la primera fila de una o de otra manera.
Siguieron con temas muy de los 70, ideales de la muerte.
Yo estaba en el paraiso en ese momento.
El solo de guitarra de Rudolf fué de lo más potente de la noche,
junto con el solo de batería voladora de Mikkey Dee.
A SUS PIES, MIKKEY!
(Sí, la batería se elevó hasta los cielos en medio de luces y humo cuán nave espacial)
Aunque el mano a mano de Rudolf con Pawel canelita fina, eh?
Durante las casi 2 horas de concierto nos pudimos deleitar los pabellones auditivos con los
míticos "Still Loving You", "Wind Of Change" y "Send Me An Angel" entre otras.
El punto rockero/desmelene total lo pusieron con "Rock ‘n’ Roll Band", "Blackout",
"No One Like You" y "Big City Nights".
Las baquetas y las púas lanzadas tanto por Klaus como por Pawel
volaban de lo lindo entre canción y canción.
Era el preciado tesoro que todo el mundo quería tener.
Y yo lo tengo!
Pero volvamos a lo que estábamos; al show en cuestión.
Sin apenas darnos cuenta, llegó la hora del adiós y se acabó lo que se daba.
Scorpions hizo desmelenarse a Bilbao y demostró que para el rock no hay edad,
ya que lo mismo te encontrabas con yayos que con tiernos infantes
entre la legión de fans que congregó la mítica banda alemana en Miribilla.
También han demostrado que por muchos años que pasen en el escenario,
segurián teniendo la (casi) la misma fuerza y la misma garra que en sus comienzos.
Larga vida al Rock & Roll, hermanos!
Larga vida a Scorpions!
P.D: El DETALLAZO de la noche para mi lo tuvo Klaus conmigo,
ya que desde el escenario al ver mi mano escayolada me preguntó
qué me había pasado. Es o no es mazo de love el abu?