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miércoles, 5 de marzo de 2014

Patadas que duelen.

Tras 9 meses con un curro de mierda, vuelvo a ser una parada más.
Tras 2 meses de baja, según les he entregado el alta, me han dado la patada.
Y esa patada duele. Mucho.
No era mi trabajo soñado ni mucho menos, pero era MI TRABAJO!
9 meses deslomándome como una burra, aguantando lo indecible, para nada.
Mil promesas de ampliación de jornada que se han ido por el desagüe.
Ahora mismo solo quiero gritar, llorar, hacerme una bolita, dormir y no despertar.
Ya, ya sé que puede que peque de melodramática, pero es como me siento y así lo expreso.
Todo pintaba bien a las 10 de la mañana cuando les llevé, contenta, el parte de alta.
Pero dos horas después...
Sonó el teléfono.
El nuevo jefe me quería conocer.
Intrigada a la par que acojonada para allá que me fuí.
Cuando llegué a la ofi, tras esperar unos minutos que me parecieron siglos,
el nuevo jefe me llamó al despacho.
Su cara no me inspiraba mucha confianza que digamos y su tonito menos todavía.
Iba de semiguay, pero subidito.
Mal rollo.
-Como sabrás estamos reestructurando los puestos porque tener a tanta gente con pocas horas es un poco caótico. Así que estoy reagrupando los puestos para tener poca gente con jornadas completas en vez de muchos con horas sueltas.
Y yo...
-Así que como no procedía llamarte cuando estabas de baja, he esperado hasta ahora para decírtelo.
...
-A Fulanito, con el cuál está muy contento el cliente, le mando a kahdwkfh con la jornada casi completa.
-Pero si Fulanita me dijo que se me iba a ampliar la jornada porque
porque con Fulano no estaban contentos!
-Lo que dijese Fulana no importa porque ahora estoy yo y no ella. Así que las cosas quedan así.
Y aquí tienes la carta de fin de obra. Si no la firmas no podremos volver a contar contigo.
....
Agaché las orejas, firmé, cogí la puta carta y muy digna yo me levanté, me despedí muy correcta y sin mirar atrás salí por la puerta mientras los que allí estaban me miraban con cara de  perrico lastimero.
En cuanto salí del edificio solo pensaba una cosa; en pegarle fuego con ese ser dentro.
Pero como no quiero aparecer en las noticias, me lo pensé mejor y me fuí a pasear bajo la  lluvía para que se me pasase la calentura.
Desde que salí de allí me he ido enterando de como quedan todos los cambios y, sinceramente; o soy muy rubia o soy muy rubia, porque NO ENTIENDO NADA!
A Zutano lo plantan en mi puesto porque pidió el traslado por alguna extraña razón que no alcanzo a comprender, ya que.. TENÍA UN PUESTO YA CASI FIJO!
A Mengano lo quitan de su puesto para ponerle en el de Zutano, también con la jornada casi completa.
A Tururito como no le interesaba el puesto que le ofrecían, después de quitarle del suyo, le han dado boleto.
Y así con unos cuantos más.
Estoy de las reestructuraciones hasta el pistacho o más allá!
Había pensado en ir a tocar los cojones un rato a Magistratura de Trabajo, pero tras
consultar con una abogada; idea descartada.
O llevas 3 años en la empresa o no hay nada que rascar.
Así que por mucho que me joda seguiré siendo una parada más en la búsqueda de esa quimera tan dificil de encontrar llamada; dignidad laboral.
Y todo esto se lo quiero agradecer al Sr. Mariano Rajoy y sus perros.
Con tanta reforma de mierda nos está matando en vida.
El dejar tanta manga ancha a los empresarios para que hagan lo que les de la puta gana con nosotros (hasta usarnos de felpudo si les apetece en el chalete de los fines de semana) me está tocando el kiwi de sobremanera.
Los ricos más ricos y los pobres más pobres.
Estado del bienestar? LOS COJONES!
Brotes verdes? Tururú!
El país está mejorando para pasar a ser un referente europeo? UNA POLLA COMO UNA OLLA!
Ya sé que no soy nada correcta ahora mismo, pero no me sale el serlo.
Así de sencillo.
Me siento irritada, estafada, ahogada, indignada y mil cosas más que acaban en -ada.
Y ninguna es buena.
Y mejor me callo ya antes de decir lo que pienso de verdad.
Sí, me sé autocensurar aunque el blog sea mío y no me lea ni El Tato.

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