Datos personales

Mi foto
Quien quiera saber mas de mi, que me pregunte y veo si contesto o no

miércoles, 11 de febrero de 2015

Unfollows van, unfollows vienen.

Llevo unos días dándole vueltas a un unfollow y no debería.
Hace tiempo que esas cosas dejaron de importarme (jodida íba a estar
si me preocupase o si me fuera la vida en ello!).
Pero éste en concreto no lo termino de entender.
Ya, ya sé que a veces (demasiadas tal vez) soy como una ametralladora
lanzando tuits; unos con sentido. Otros ni de palo.
Y que también soy bastante petarda comentando programas de televisión
días alternos.
Hasta me ha llegado a bloquear el propio Twitter por haber excedido el
límite diario!
Pero con su Twitter cada uno hace lo que le plazca, no?
En ese "lo que le plazca" también se incluyen los unfollows, los blocks
y demás.
Lo sé de sobra.
No llevo dos días precisamente en este patio de vecinos tan peculiar.
Son casi 6 años y tengo el culo más que pelao y he visto de todo lo habido
y por haber y nada me sorprende (o no debería de hacerlo).
Pero éste unfollow me tiene culitorcida del todo.
No me lo ha hecho alguien al que conozca personalmente, pero si
es alguien que es ligeramente conocido.
Alguien al que le dí la chapa (pero de buenas maneras) para que me siguiera
porque me hacía ilu.
Sí, soy así de chorra.
Algunos follows me hacen ilu.
A quién no le haría ilu que le siguiera alguien por el que sintiese algún tipo
de admiración/devoción/loquesea?
Pués eso.
A lo que íba.
Después de ser tan persistente, conseguí el follow en cuestión.
Y yo feliz como una perdiz!
Estaba tan happy de la vida que se me ocurrió la brillante idea de
enviarle un detallito porque creía que era una buena
forma de redimir mi cansinismo.
En mi vida tuitera solo he enviado dos veces algo a alguien sin conocer
y sin saber cómo le podía sentar o qué podía pensar al recibir algo de
una desconocida con muy buenas intenciones y sin un ápice de maldad.
El primer regalito fué bien recibido y no pasó ná de ná.
Pero con el segundo....
En cuanto recibió el regalito, el unfollower en cuestión me lo agradeció.
Hasta ahí todo normal.
O eso pensaba yo.
Pero de buenas a primeras, ZAS! unfollow que te crió.
Y me siento bastante desconcertada.
Será por petarda y cansina?
Será por no ser un pivonaco tuitero?
Será que no le gusta tener el TL lleno de mierdas mías?
El motivo en si ahora mismo no es que me importe mucho.
El primer día que lo vi pués si.
Para qué mentir?
Pero ahora que han pasado los días no tanto.
Y pensaréis; si no te importa el unfollow ahora, a santo de qué viene esto?
Pues esto viene a santo de que más que el mero hecho de comerme el unfollow,
lo que me mosquea es que aceptase el regalo y me lo agradeciese
de esa forma "tan peculiar".
Es lo que no termino de entender.
Yo si no quiero nada de nada de nadie, no doy pié a pensar que
puede haber buen rollo, para al poco tiempo, cascarle un unfollow.
Para ese paso hubiera preferido que jamás me hubiera empezado a seguir.
Así de sencillo.
Y como ya me he desahogado (que esa es la principal función de mi blog),
seguiré con mi vida tuitera como siempre.
Y al que no le guste, ya sabe dónde está el botón de "unfollow".
Soy como soy y no voy a cambiar porque tan solo a una persona no le
guste lo que vea/lea.
Ni tampoco cambiaré porque en vez de uno sean 100.
Méh!






No hay comentarios:

Publicar un comentario