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martes, 6 de diciembre de 2011

Adíos mi niña. Adíos.


Un caluroso día de verano de hace ya unos añitos, llegó a mi vida.
En una enorme caja de cartón llegó a casa, gruniendo y bufando como una posesa.

Era una bolita negra, con muy mala leche, muy arisca y asustadiza.
Pero era normal que fuera así.

Ella vivía entre escombros, sola, buscándose la vida todos los días para sobrevivir.
Era un poco como yo en ese sentido.

Fué abrir la caja y salió corriendo como alma que lleva el diablo.

Se escondió debajo de mi cama y allí se quedó durante días.

La acercaba la mano y bufaba, se acercaban sus nuevos amigos y les lanzaba zarpazos.
Le colocaba un cuenquito con leche y un platico con comida y, timidamente, comía.
Me miraba siempre con un cierto recelo.

Una semana despues ya se animaba a salir a curiosear todo lo que para ella era nuevo.

Ya no bufaba tanto, pero cuando estaba comiendo era mejor no acercarse a ella.

Con mucha paciencia conseguí que se acercara a mi y tuviera algo más de confianza.
Unos meses depues ya no me temía.

Dormía conmigo en el sofá y cuando tenía frío se metía en la cama y se colocaba entre mis piernas.



Pasó de bufar y gruñir a vivir siempre ronroneando.

Su ronroneo me daba paz y tranquilidad.

Me hacía sentir muy bien.

Era la niña de mi tía.

Fué la primera en detectar que algo no iba bien con ella y siempre estaba a su lado...
No le gustaba el agua pero se dejaba bañar.

Era un poco rarita, pero era mi niña.

Cuando sonaba el teléfono ella sabía quien era y se acercaba a que se lo colocara en las
orejas, se restregaba contra el y seguía ronroneando.
Pero cuando sonaba el timbre de la puerta o el portero.. ay! patas para que os quiero!
Deshacía la cama y se metía hasta el fondo.
No le gustaba que viniesen extraños a casa.

Era muy suya.

Llevando como un año en casa, se quedó preñá.

Trajo al mundo 5 preciosas fierecitas negras y parditas.

De haber sido por mi, me habría quedado con todos, pero no podía ser.

Así que cuando cumplieron 3 meses, los regalé.

Ella se quedó bastante afectada al haberle quitado a sus niños, pero teniendo 3 gatos en casa.. 8 habría
sido una locura (yo ya sabía lo que era tener tropecientos gatos en casa y.. buf!)
Para evitar pasar de nuevo por ese trauma decidí esterilizarla.

Estuvo unos días bastante jodida.

Incluso llegué a pensar que me quedaba sin ella, pero no.

Muy pocas veces estuvo enferma.
Algún que otro resfriado sin importancia.

Sabía cuando tú estabas jodida y no se despegaba de tu lado.

Era un amor de gatina.

Se puso como una vaquita al esterilizarla, pero era mi vaquita.

La daba pienso especial, aunque a ella le pirraban los gusanitos, las palomitas y las patatas fritas.

Comía de todo.

Cuando tenía perrete, al principio ella no lo tragaba, pero al final hasta dormía con ella.

Y ahora ya no está.

Por qué te has ido?

Por qué me has dejado?

Ayer estabas bien, feliz, contenta.
No dabas ningún indicio de que algo así pudiera pasar.

Anoche todavía jugabas con tu plumero, pedías comida y que os cambiara la arena.

Hacías la croqueta sobre la lavadora y me quitabas pedacitos de lechuga.

Todo eso era ayer...

Y hoy ya nada.

Fría, inmóvil, enredada entre las mantas y el edredón amanecistes.

En mis pies como siempre.

Te echaré de menos mi niña.
Mi loca.

Ya nada será lo mismo sin ti.

Me dabas la vida y una compañía desinteresada.
Los otros dos niños saben que algo no va bien.

Te buscan y no te encuentran.

El peluchín maulla lastimeramente, la ratilla loca olistequea vuestra cama y no estás ya.
Espero que allí donde vayas te encuentres con la tía.
La hará ilusión volverte a ver porque eras suya, su gatita bonita.



4 comentarios:

  1. Allí donde esté, estará feliz, siempre cuidando de vosotros, jugando con las plumas de los ángeles que le recordarán a el plumero con el que jugaba contigo.
    Yo soy gatuna desde que nací, siempre tuvimos gatos y se por lo que pasas, sólo puedo decirte que mucho ánimo y que su recuerdo siempre estará contigo.
    Un besazo enorme!!

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  2. Lo siento. Yo tengo una gata de 8 años, a la que quiero con locura. Y cuando se vaya, porque eso es inevitable, sé que lo pasaré fatal. Pero me quedará el recuerdo de todo el tiempo que pasamos juntas.

    Bss

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  3. jooo lo siento mucho encarni!! :( que bonito lo que escribiste.

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  4. Lo siento. Me encantan los gatos, tengo uno que quiero con locura y no hace mucho tuvo problemas y tuvimos que llevarle a la veterinaria, estuvimos muy preocupados, pensábamos que lo perdíamos pero él es muy bravote y con la atención que le hemos puesto ha salido adelante.

    Son muy bonitas las palabras que le has dedicado a tu gata. Ánimo

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