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miércoles, 6 de mayo de 2015

De cocinillas y empotradores.

Desde que vivo enganchada a los programas/concursos
de cocina he descubierto que hay mucho chef (o cuasi)
altamente empotrable.
Top Chef, Masterchef de aquí y de allá, Hell's Kitchen, etc...
En todos esos programas siempre hay alguno que destaca y no solo por
su arte detrás de los fogones.

La mayoría babea y pierde las bragas con y por deportistas, actores y cantantes
principalmente.
Yo también. Para qué negarlo?
Pero entre un tío que le da patadas a un balón y uno que me puede llenar (y el
estómago también), me quedo con el segundo.
Para ilustraros voy a empezar con el producto made in Spain.

Ojo! Es solo una pequeña lista hecha guiándome por mi gusto (dudoso o no).

Peña.Pucelano hasta la médula. Se dió a conocer en Top Chef
y cada vez que se emitía el programa leía como las féminas
perdían el oremus cada vez que aparecía en pantalla.
A mi particularmente no es que me haga perder la cabeza, pero tiene su punto.
No lo voy a negar.
Según dicen algunas "Tiene pinta de empotrarte contra la encimera muy fuertecito".



Victor. Valenciano, como las naranjas y la horchata.
Otro de los chefitos de Top Chef.
A mi como me pierden los bajitos con ojazos... apaga y vámonos!
AMUT VALENCIA!!



Jordi Cruz, catalán (algún defecto debía de tener) juez de Masterchef Spain.
Cuerpazo, cuerpazo, cuerpazo.
Otro que se gasta unos ojazos que quitan er sentio.
El mojabrager mayor del reino de Twitter.
Fué portada de Men's Health para alegría de muchas. Y muchos.
Con una mala baba también fina, fina, la cuál más de una se la quitaría
con unos pocos empujones bien daos contra la encimera o lo que se tercie.





Saltemos el charco ahora!

Gonzalo D'Ambrosio. El cocinillas de "Fácil y resultón" de Canal Cocina.
Con ese nombre de programa parece que lo dice todo de él, no?
Porci, es argentino.
Eso creo que le hace ganar muchos puntos, puesto que entre el acento
y las cosas que cocina, quién no caería rendida?
Tan solo hay que darse una vuelta por su Instagram para ver cómo está
con él el personal.
Y cómo está el buen mozo, claro está.


Gordon Ramsay. Tan British como el té de las 5.
Qué puedo decir de Gordon? Nada!
Bueno, sí:
Que a mi me pone perraca la mala baba que se gasta.
Empotrar no sé si empotrará, pero....
YO LE DABA!



Carlo Cracco. Un italiano con la misma mala baba de Gordon,
con un pelaso Pantene que lo flipas y con una barbita...
ay! ay! esa barbita!!



Scott Commings, un morenazo de Illinois con pintas de nene bueno,
ganador de la edición 2014 de Hell's Kitchen.
Qué ojazos! Qué todo!!!
U-S-A! U-S-A!!
DÍOS BENDIGA A AMÉRICA!


Como ya he dicho antes, es tan solo una pequeña muestra de los chulazos
que se esconden detrás de los fogones y que ultimamente
pueblan las pequeñas pantallas.
A quién no le gustaría que cualquiera de ellos les cocinase
(y algo de comer también)?
Chefs, o cuasi chefs, hay a patadas pero empotrables creo que no tantos.
Así que buscad vuestros favoritos y soñad con que os marcáis una
escenita rollo "9 semanas y medía" por ejemplo.
Y, de paso, mientras rebuscaís, podéis aprender a cocinar que cosa mala no es.




sábado, 2 de mayo de 2015

Os extraño, mamás!

Tengo el día medio moñas y extraño a mis madres.
Si. Madres en plural.
Apenas he hablado de ellas y posiblemente a nadie le importe,
pero siento que necesito hacerlo.
Necesito hablar de ellas para de esa forma nunca olvidarlas.
Mi madré biológica y mi tía, que se ocupó de mi cuando 

la primera falleció.
Echo de menos la forma en la que tenían de cuidarme 

cuando estaba enferma.
Los zapatillazos que me caían cuando hacía algo que no debiera.
Su olor cuando me recostaba en su regazo.
Esas canciones que me cantaban cuando no podía dormir 

porque tenía pesadillas.
Su forma de defenderme como leonas cuando los niños del 

barrio eran crueles conmigo.
Echo de menos verlas en la cocina pelando patatas, 

haciendo unas tortillas dignas de un rey.
Añoro esas historias que me contaban de cuando eran jóvenes.
De la guerra, de cuando recogían lentejas en el pueblo, 

de cuando un currusco de pan era el bien más preciado 
que se podía tener.
Aquellos remedios caseros que me aplicaban cuando los 

dolores de muelas no me dejaban pegar ojo.
Aquellos vestiditos que me ponían y tan muñeca repollo 

me hacían parecer.
El sonido de sus risas, de su voz.
Aquellos gritos que me daban cuando me quedaba dormida 

y tenía que ir a clase o trabajar.
Añoro el verlas sentadas en el sofá, viendo Cine de Barrio.
Las tardes eternas que pasábamos jugando al parchis.
Aquellas bufandas de ganchillo que con tanto cariño me hacían.
Nunca me dieron consejos, porque no eran muy de darlos.
Aún así sin decir nada, me decían mucho.
También añoro esos domingos en los que nos poníamos 

nuestros mejores trapitos y nos íbamos a ver a la family.
Todavía me parece verlas jugando a las cartas en la huerta 

con las vecinas del barrio.
Han pasado muchos años desde que las dos me dejaron y

tengo la sensación de que no hice lo suficiente por ellas y 
de que jamás las demostré lo mucho que las quería
y que las sigo queriendo.
También tengo la sensación de que no las agradecí jamás 

todos sus esfuerzos por sacarme adelante, 
aún cuando no había ni un duro en casa.
Jamás me dieron muchos caprichos porque éramos más 

bien tirando a pobres, pero recuerdo esa Atari 7200, 
aquella colección de libros de "Elige tu propia aventura", 
aquel Nenuco llorón...
No sé si se sentirían orgullosas de la persona que soy, 

pero soy lo que soy (para bien o para mal) gracias a ellas.
No sé si éstas palabras son suficientes para expresar todo lo que siento.
Tan solo son recuerdos.
Recuerdos de unos tiempos pasados que jamás volverán.
Recuerdos que siempre vivirán en mi.


       Os quiero, mamás!!



       Y siempre os querré.






 






viernes, 1 de mayo de 2015

Si yo me acepto...

Tengo tan abandonado esto que se me hace raro no ver matojos rodantes pasando como si de un pueblo del salvaje oeste se tratase.


No es que no tenga nada que decir.
Tengo demasiadas cosas que decir y no tengo muy claro por dónde empezar.
Y como por algún lado debo de hacerlo...
Si yo me acepto como soy, por qué los demás no?
No soy una top ni nada parecido.
Ya sé que soy una gordi (buena).
Un monstrenco para otros.
Algunos quizás hasta se avergüencen de que se les relacione con mi persona.
Pero soy güena gente hasta con mis kilazos de más.
Aún siendo una muñeca (Michelín), soy una persona activa.
Me pego mis buenos paseos todos los días (cosas de parados)
y hago bici todos los días unos 45 minutos.
Pero la genética es muy hija de puta y no me quiere acompañar que digamos.
En mi family todas las mujeres somos casi calcadas: mujeres XXXXL.
Tengo más que asumido que jamás seré una 38.
Y qué tiene de malo no serlo?
Nada creo yo, aunque para el mundo este tan "guonderful" en el que vivimos
sea lo peor de lo peor el usar cualquier talla que supere una 38.
Me dicen que por salud debo de perder peso, que para mi estatura 

de gnomo de jardín que voy como demasiado servida.
Me dicen que me opere, que me cosa la boca.
Yo les digo que se operen el cerebro y que, aún así, seguramente seguirán
siendo así de gilipollas.
Hace algún tiempo vivía cuasi obsesionada con la báscula, pero estoy en ese
punto de que si bajo un kilo guay y sino pues no pasa ná.
Que no tengo fuerza de voluntad para seguir una dieta lo saben hasta en Raticulín.
Y que envidio a todos los que si la tienen una jartá también lo saben hasta
más allá de Orión.
Tengo lorzacas y más papada que Rita Barberá.
Frío en invierno no paso porque tengo más grasa que una foca monje bien alimentá.
Lo malo es el verano, que sudo más que los sobacos de Camacho.


Pero con una ducha (o una docena) arreglao!.
Todo el mundo se pone con la operación bikini y yo me pongo con la operación burkini.
Si estoy tirada en la playa, me confunden con una ballena varada y me intentan
empujar al mar.
Me lo tomo con humor, ya que de eso también voy servida.
He llorado ríos y mares por no poder lucir palmito, pero ahora ya eso se acabó.
Además lucir palmito no es que me preocupe en exceso.
Soy más de lucir palmerita. De chocolate.